lunes, 5 de enero de 2015

De tapeo por Sigüenza



A unos 130 km de Madrid podemos encontrar, Sigüenza, perteneciente a Guadalajara y famosa ciudad medieval. En poco más de una hora podemos estar alli y pasar el día dando una vuelta por sus calles y , por supuesto, comiendo unas ricas tapas.

Catedral de Sigüenza
Hay un sitio que es particularmente popular en Sigüenza: Bar Alameda. Se llama así básicamente porque se encuentra en el Paseo de la Alameda, cerca de la catedral y presume de tener 100 tapas diferentes.


No podría deciros una tapa característica porque la barra está inundada de muchísimos pinchos de todos los tipos, y al final acabas pidiendo por la vista más que otra cosa. Todas las tapas son elaboradas y, aunque los precios no son los más económicos, son muy buenos para la calidad de la comida. Como siempre, nosotros pedimos una gran cantidad de tapas y nos dejamos 55 euros entre dos personas, pero nadie suele pedir tanto. Por unos 15-20 euros puedes salir bastante lleno.


Algo que no os debéis perder es el fino seguntino, algo que solo podemos encontrar en esta ciudad: un chorro de gaseosa, un poco de vermut y cerveza para terminar. Todo ello con hielo. Puede parecer un poco desagradable la mezcla pero está increíble, muy refrescante. Cuidado, entra muy fácil . No solo está disponible en este bar sino en cualquiera de Sigüenza.










Hamburguesa de ternera y atún
Todos los pinchos me gustaron pero si tuviera que elegir me quedaría con las hamburguesas (sobretodo la de atún), las migas y las croquetas de rabo de toro. Por fin unas croquetas que de verdad saben a rabo de toro y no solo bechamel con algo de carne camuflada. Repetimos la ración de croquetas, con eso os digo todo. 
Migas manchegas y croquetas de rabo de toro
Cualquiera de las tostas es buena idea, de muy buen tamaño. Pedimos la tosta de salmón con gulas, la de champiñón con jamón y crujiente de cebolla y la de berenjena con bechamel. El champiñón relleno de setas, foie y trufa es una delicia, aunque es más pequeño que otros pinchos. 
Champiñón relleno de setas, foie y trufa
Tostas variadas
El torrezno no es de los mejores que he probado. Como los de Soria no los he comido en ninguna parte. Para mi es prescindible dentro de la gran oferta de pinchos que tiene el bar.

Torrezno
Fino seguntino
Después de nuestra comida estábamos bastante llenos pero aún queríamos probar algún sitio más. Había leído sobre otro lugar que tenía platos medievales en su carta, incluso con premios de concurso de tapa medieval. Este sitio es El Gurugú de la Plazuela en la Travesana Alta 17.


Este restaurante es muy original, cada tapa tiene su historia con texto incluido a leer antes de degustar la tapa. También tienen una gran variedad de setas e incluso una tapa de ingredientes secretos. Si adivinas todos los ingredientes te invitan a la tapa, pero ya os digo que es muy difícil dar con todos.
Además, en la entrada siempre te recibe un perrito la mar de salado, con un ojo de cada color, que es del propietario.

Pincho del juglar (Delicias y Regreso del juglar)
Historia del pincho del juglar
Así que nosotros quisimos probar las tapas. Con el pincho del juglar ganaron el concurso de tapas medievales. Los dos pinchos son complementarios y el camarero te explica con detalle en qué orden comerlo para disfrutar al máximo del sabor. Se piden por separado porque uno es las Delicias del Juglar y el otro El Regreso del Juglar (3,50 euros cada uno), pero no concibo ir sin pedir los dos.
Cazuela de migas 

También quisimos probar una cazuelita de migas (3 euros) y la tapa con los ingredientes secretos llamada Manjar del Mío Cid (3 euros). Las migas estaban muy buenas pero me quedo con las del Bar Alameda. Sin embargo, El Manjar del Mío Cid es la más original. Está muy rica y también muy especiada así que no sé si os gustará a todos. Es gracioso intentar adivinar todos los ingredientes. Todo esto con tres finos seguntinos cada uno (en vaso de tubo por cierto) nos salió por 25 euros entre los dos, así que no está nada mal.
Manjar Mío Cid
Sobretodo es un sitio fantástico para estar cómodo y tomar algo porque el camarero es muy cercano y te informa de todo lo que vas comiendo.


Para finalizar, paramos en la pastelería Las Delicias a comprar algún dulce típico de la zona cuando íbamos de camino a la estación.  Se pueden comprar lazos, costradas y mihojas a buen precio.

Espero haberos abierto el apetito y haberos dado una buena idea para un plan diferente de fin de semana. Una buena comida, fino seguntino, dentro de una preciosa ciudad medieval. ¿Qué más se puede pedir?



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