viernes, 10 de febrero de 2017

El santuario de las patatas bravas: Docamar


DOCAMAR


Calle Alcalá 337
Contacto: 913678317



Desde 1963 este más que conocido local sirve las que, para muchos, son consideradas las mejores patatas bravas de Madrid. Su popularidad se debe, entre otras cosas, al secreto en la elaboración de su salsa brava, que podemos incluso comprar para llevarnos a casa.
Antes de esta fecha ya existía otro bar predecesor llamado Donato en la calle Galileo, llamado así por su fundador: Donato Cabrera Martínez y de donde surge el nombre del local actual Do-ca-mar.

Y desde hace 50 años, se ha ganado una más que merecida fama en el barrio por la cual vayamos a la hora que vayamos, el local se encuentra con gente, ya sea dentro o en su espaciosa terraza.



Bravas y huevos rotos con jamón

Aunque no pueden faltar, no solo de patatas bravas se nutre el local. Tenemos una carta a base de raciones variadas y contundentes a precios muy asequibles. No espéreis una decoración moderna ni platos elaborados. Aquí se trata de disfrutar del ambiente castizo y de la buena comida. Y por eso nosotros fuimos a comer un domingo a base de raciones.
Carrillada de cerdo ibérico
Oreja adobada


Por supuesto, pedimos una ración de bravas (3,80 euros) pero también quisimos probar otras cosas como la ración de oreja (5,40 euros), media ración de ensaladilla rusa (3,50 euros), huevos rotos con jamón (8,50 euros), carrillada de cerdo ibérico (11,50 euros), bienmesabe (7,50 euros) y una ensalada de gulas que en ese momento figuraba en la carta.

La verdad es que todos los platos son recomendables. Yo no soy muy fan de la oreja pero me consta que a la gente (y a mis acompañantes también) le encanta.
Bienmesabe
Ensaladilla rusa
Los huevos rotos también riquísimos y en general todo, hasta la ensalada (por pedir una ración más saludable). Lo que menos me convenció fue la ensaladilla. Francamente, me esperaba algo mejor y me pareció muy normal comparado con el resto de raciones. También piden mucho la ración de calamares, aunque nosotros en esa ocasión no los probamos. La carrillada de cerdo ibérico estaba muy buena (y bastante contundente) pero es un plato que no figura siempre en la carta por lo que posiblemente no lo encontréis.



Sea lo que sea lo que pidáis os pondréis las botas, y rodeados de un bar que rebosa historia, pero ante todo ¡¡no os olvidéis de probar una buena ración de patatas bravas!!



https://www.docamar.com/