LA TABERNA DEL MARCIANO
Calle Cádiz 4
915 32 66 81
Aseos de La taberna del Marciano |
Lamentablemente y como tiene que existir de todo en este mundo, el otro día con unos amigos acabamos en un establecimiento que deja mucho que desear en pleno centro de Madrid. Ya se sabe que todos los bares y restaurantes de esta zona son turísticos y que, por tanto, no puedes tener grandes expectativas o pretender gastar poco dinero...pero esto supera lo normal.
Nos atrajeron con la típica oferta de primera caña o sangría gratis. Como íbamos con una persona que no bebe alcohol preguntamos de antemano si incluía un refresco para esta persona a lo que el relaciones públicas contestó que por supuesto. Cual fue nuestra sorpresa cuando al sentarnos ya con la carta abierta en la mesa nos dicen que no, que es solo cerveza, tinto de verano o sangría. Nos tendríamos que haber levantado en este punto pero decidimos tomar la consumición y cambiar a otro lugar.
Al entrar me di cuenta que yo ya había estado comiendo un día en el local. Fue hace mucho así que no recuerdo que comí pero sí que fue a través de un bono de Letsbonus que por aquella época hacía 2x1 en los bonos en momentos determinados del día, y en una de estas, compré este bono a ciegas. La comida no fue especialmente mala pero tampoco memorable.
Ración bravas+Tapa consumición+Huevos rotos |
Con toda esta información nos tomamos nuestra consumición. Por cierto, que al pedir tinto de verano me pusieron una mezcla extraña de tinto con vermut...no se parecía a un tinto de verano, eso desde luego.
Cuando ya nos íbamos a ir mis amigos se decidieron a picar algo y ahí fue donde estuvo el error. Pedimos para séis personas una ración de patatas bravas (no vimos el precio en carta) y una sartén de huevos rotos con jamón (6,80 euros). Pedimos una segunda consumición y milagrosamente en este caso nos pusieron una tapa de paella, pero vamos que no le gustó a nadie porque estaba seca. Al menos esto era la tapa pero es que las patatas se llamaban bravas no se muy bien porqué porque no llevaban apenas salsa y los huevos rotos además de ser una ración minúscula estaban resecos, con patatas pasadas y jamón serrano escaso y malo. Vamos, toda una experiencia.
Nos quedamos con hambre y yo quería cambiar de bar. Sin embargo, mis amigos decidieron quedarse por eso de no estar cambiando de sitio y le dieron otra oportunidad con dos tostas a unos 5 euros cada una. En este punto el local se había comenzado a llenar, principalmente extranjeros que acudían por el reclamo de cócteles a 5 euros. Estuvimos bastante rato y vino la camarera a preguntarnos si queríamos algo más. "Hemos pedido dos tostas", contestamos nosotros tras lo cual ella se fue y volvió al rato para decir "Ya vienen vuestras patatas". Sin comentarios.
Finalmente, llegaron las tostas. Hacía mucho que no probaba algo tan seco y pasado. De las dos fotos veis que una lleva una base de manzana que la hacía más tragable pero la otra parecía que te ibas a dejar la dentadura comiéndola.
Ya con esto sí que pedimos la cuenta porque habíamos tenido suficiente...pero aún quedaba lo mejor. Nos pasaron un papel preguntando nuestra opinión y todo lo que aquí escribo lo puse de forma sintética. La camarera se quedó leyéndolo descaradamente delante de nosotros y después se fue. Después de haber pasado al baño y todo salimos por la puerta y la misma camarera que había leído la opinión sale detrás de nosotros y nos llama y dice: "Y a mi ¿quién me paga? Al decirle que ya estaba pagado se fue dentro a comprobarlo y cuando vio su error hizo un gesto con la cabeza y se fue. Ni una sola disculpa. Esto fue el colmo y ya empezamos a quejarnos entre nosotros en la calle del sitio. Hay que decir que había una relaciones públicas por allí (Alta Gracia nos dijo que se llamaba) que verdaderamente se preocupó por nuestro malestar y nos pidió disculpas por todo lo pasado. Al menos es bueno saber que no todo era pésimo en ese local y que aún se puede tener algo de fe en las personas. Sin embargo, nunca volveré a este sitio ni lo recomendaré. Es más, haré todo lo posible para difundir nuestra experiencia para que nadie vuelva a picar
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