Un verdadero viaje a Italia sin salir de Madrid

REGINELLA

Calle Modesto Lafuente 76
Contacto: 910703572

El otro día fuimos a un restaurante recomendado por una amiga, la cual había cenado aquí con varias personas italianas y salió encantada. La verdad es que cuando a un restaurante italiano van personas propias del país, es una garantía de calidad y sobre todo de autenticidad. Nada más entrar te saludan amablemente en italiano y podemos ver un salón acogedor de luz tenue, ideal para una cena romántica (me parece perfecto para San Valentín o una cena de aniversario), pero también para una cena de amigos, como fue nuestro caso.

De entrada, pedimos para compartir un plato de burrata (15,50 euros) que es el mejor que he probado en mi vida. Sinceramente, a partir de ahora me van a saber a poco los demás. Es un plato un poco caro para ser un entrante pero, aunque podría haberme comido uno yo entero, es suficientemente grande para compartir entre varios. 

Ravioli di crostacei

Dudé mucho entre pedir pasta o pizza, pero finalmente me decidí por los ravioli di crostacei (14,50 euros), pasta fresca al nero de sepia rellena de crustáceos, con crema de vodka, gambas y calabacín. Gran decisión. De hecho, es una de las sugerencias en la carta. Aunque la ración no es tan grande como en otros restaurantes, aquí se trata de degustar más que de llenarse. Es un plato para saborearlo. Además, es muy ligero para cenar. En otra ocasión me decidiré por las pizzas porque al verlas pasar me pusieron los dientes largos.

Tiramisú

De postre, no pude evitarlo y pedí el tiramisú (5 euros). De nuevo, el mejor que he tomado nunca. Delicioso y muy suave, nada pesado. Obligatorio en vuestra visita. Otra de las personas se decidió por la casatta siciliana que es la tarta del día y consiste en una base de ricota, azúcar, bizcocho, mazapán, fruta confitada y azúcar glas. Vamos, algo muy pero que muy dulce. Puede ser una buena idea para compartir, pero para mi es demasiado dulce para tomarme uno entero. Desde luego, es un postre muy original, y sino a la imagen me remito.

Casatta siciliana

Al terminar nos ofrecieron tomar un poco de limoncello, algo que se sumó al inmejorable trato recibido durante la cena por parte del personal. Como véis, este restaurante es para darse un homenaje o celebrar algún evento especial, en un ambiente tranquilo. Desde luego, no es lo más económico que podamos encontrar, pero cada euro invertido habrá merecido la pena. Os aseguro que no os arrepentiréis.

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