Para todos aquellos que deben comer fuera entre semana: San Julián

SAN JULIÁN

Calle Alberto Aguilera 30
Contacto: 914454933

Lo primero que debo decir es que este post no está dirigido especialmente a los más gourmet, sino a todos aquellos que nos gusta comer bien sin tener que gastarnos un ojo de la cara o que tenemos la necesidad de comer fuera por motivos de trabajo. En ese sentido San Julián es una buena oportunidad para aquellos que estén entre semana por la zona de Moncloa, ya que tiene un menú del día por 11 euros que no está nada mal. 

El local visto desde fuera parece más una cafetería que un restaurante y, por la zona en la que está, siempre está lleno a la hora de comer. Lo cierto es que no es nada extraordinario en cuanto a decoración, pero lo cierto es que si está siempre lleno es porque en cuanto a menús del día es de lo mejorcito de la zona, y muchos trabajadores y estudiantes acuden a comer.

Huevos benedictine

Suelen tener de primero huevos benedictine que es lo que escogimos en esta ocasión. No son los huevos benedictine al uso sino que llevan cebolla frita por encima y una base de setas que es lo que le da el sabor. He de decir que el pan estaba un poco duro (es simplemente una tostada de pan de molde) pero el plato me pareció original, nunca me habían ofrecido unos huevos benedictine en un menú (fuera de un brunch, claro).

Raya a la parrilla

De segundo pedimos entrecot con patatas y raya a la plancha. Normalmente, no suelo pedir pescado en los menús del día porque me he llevado muchas decepciones en el pasado. Quizá por eso me gustó tanto el plato que me trajeron, bien presentado y con un poco de ensalada como guarnición. El pescado estaba bien cocinado, nada seco y con mucho sabor. El entrecot también fue una buena elección: en su punto y una buena ración de carne.

Tarta de queso

Los postres se salen del típico flan o natillas y pedimos tarta de queso, aunque también se podía escoger entre otras tartas y un brownie de chocolate. La tarta, aunque no era nada del otro mundo, era casera y es un buen postre para formar parte del menú del día.

Por tanto, no estoy hablando de un restaurante extraordinario, sino de un lugar donde se tiene garantía de comer bien por poco dinero y donde se puede salir de los típicos platos de los menús del día.