LA POLONESA
Calle de Narciso Serra, 3Contacto: 914339457
Este verano pasado estuvimos por Polonia, y quedamos muy impresionados por la amabilidad de sus habitantes, la belleza de sus ciudades y, como no, por su gastronomía. Actualmente, Polonia es un destino que se está volviendo muy popular entre los españoles por sus precios asequibles.
Lamentablemente, no todo el mundo tiene tiempo o dinero para ir hasta allí, y en el mejor de los casos, los que podemos desplazarnos disponemos de unos pocos días para disfrutar de tan maravilloso país. Desde que volvimos teníamos ganas de volver a comer los platos típicos polacos que tanto nos gustaron. Y eso que no nos quedamos cortos cuando estuvimos allí.
El otro día pudimos ver satisfecho nuestro deseo de volver a comer como en Polonia, gracias a La Polonesa, un restaurante típico polaco que te hace sentir como en los mismos que podemos encontrar en Polonia.
Disponen de un menú diario por 9,50 euros que por 1 euro más puede llevar una cerveza típica polaca de 0,5 litros. Tienen gran cantidad de marcas polacas, tanto rubias como tostadas ya que otro de sus atractivos es la presencia de una tienda de productos polacos en la entrada del restaurante. No solo tienen gran variedad de cervezas sino también, innumerables tipos de vodka, embutidos polacos, sopas y demás productos típicos.
Al entrar encontramos un local sin mucha iluminación y con una barra. El comedor, que queda al fondo, es acogedor y tranquilo, decorado con una gran cantidad de cuadros y con un sabor claramente polaco.
Además del menú diario tienen una gran variedad de platos de carta que oscilan entre 5 y 10 euros por lo que una buena opción cuando se va en pareja puede ser pedir un menú del día y varios platos adicionales para poder probar un poco de todo.
Ensaladilla de arenques |
Queso de las montañas |
En nuestro caso es lo que hicimos y salimos muy pero que muy llenos. El menú incluía de primero ensaladilla de arenques o sopa de tomate, optando en nuestro caso por la ensaladilla, muy típica como entrante en Polonia. De segundo se podía pedir Bigos (guiso de repollo y carne) o Strogonoff (guiso de ternera en salsa) decantándonos en este caso por la segunda opción. Por otra parte, quisimos disfrutar de lo más típico de la comida polaca: por un lado, la famosa sopa Zurek (sopa de harina con salchichas y huevo duro 4,90 euros), y por otra parte, las empanadillas típicas o pierogis, que escogimos de carne (6,90 euros, 6 unidades) y de repollo con setas (8,50 euros, 6 unidadaes). También queríamos probar el queso de las montañas, servido frito y con mermelada de arándanos (6 euros) y un plato que a mi me encantó en Polonia: el Golabki, a base de carne picada envuelto en una hoja de repollo y bañada en una salsa de tomate (6,90 euros).
Pierogis de repollo y setas |
Pierogis de carne |
La dueña, muy atenta en todo momento, nos fue trayendo en riguroso orden los platos solicitados, y en el caso de los platos difíciles de compartir, como el Strogonoff o la sopa, nos los trajo en platos individuales para cada uno (por tanto, las fotos corresponden a medio plato del menú del día).
Debo decir que todo me encantó. No hubo ni un solo plato que pareciera preparado con antelación o precocinado. De hecho, les vimos preparar a mano las empanadillas en un momento determinado.
Golabki |
Zurek |
Pero como en todos los casos, siempre hay unos platos que destacan sobre otros. La ensaladilla de arenque fue todo un acierto, ideal para abrir boca y con unos trozos generosos de arenque y pepinillo. Otro gran acierto fue sin duda la sopa Zurek, más buena que algunas de las que probamos allí. A diferencia de otras sopas que probamos en Polonia, ésta tenía gran cantidad de trozos de salchichas, huevo y patatas, y nada pesada, ideal para comer en un día de lluvia o frío.
El queso de las montañas también estaba riquísimo, aunque considero que es un poco caro para la cantidad. Sin embargo, los amantes del queso no deben saltárselo. En cuanto a los pierogis, los de carne son claramente mejores. Están muy cargados por lo que ayudan bastante a llenar el estómago. En cuanto a los pierogis de repollo y setas se hicieron un poco pesados. Es un sabor que solo a aquellos que les encante el repollo va a agradar. Nosotros debimos haber pedido los de queso, que además de ser los más típicos, seguro que estaban más buenos. Aunque no quiero desmerecer el plato, depende de los gustos de cada uno. Otra diferencia es que los pierogis aquí no son servidos con ninguna salsa (en Polonia ponen a veces una salsa de soja), aunque yo no la eché en falta ya que no están nada secos y están cubiertos por cebolla caramelizada.
Strogonoff |
Por su parte, el Strogonoff es un buen plato para comer solo el menú del día. Sin embargo, cuando se piden tantos platos como en nuestro caso, se hace un poco pesado y no lo disfrutamos tanto. Lo mismo ocurrió con el Golabki, con el que tenía grandes expectativas. Objetivamente sé que merece la pena, pero es un plato muy consistente (no olvidar que está cargado de carne picada y arroz) y se debe compartir o pedir como principal. Me recordó mucho al que probé en Polonia así que quedé muy satisfecha.
Tarta de queso |
Finalmente, quedaba el postre correspondiente al menú del día: tarta de queso o tarta de manzana, los típicos postre polacos. Nos decidimos por la tarta de queso, que no llevaba ningún tipo de sirope ni mermelada. Sin embargo, estaba muy esponjosa y no se hizo nada pesada.
En este punto estábamos muy llenos, y la dueña nos ofreció un chupito de vodka para bajar un poco la comida. Probamos uno digestivo con sabor a guinda y otro de vodka con arándanos. Ambos muy fuertes, aunque con el sabor tanto de la guinda como de los arándanos se bebían bien (eso sí, solo uno). Sin duda, recomendaría pedir el de guinda a cualquiera que fuera. El otro es un poco empalagoso.
Nuestra cuenta ascendió a 47,80 euros (23,90 euros por persona) comiendo muchísima comida. En este punto debo decir que preparan para llevar todo aquello que no podamos terminar, así que se puede pedir sin miedo. En cualquier caso, se puede ir solo a tomar el menú del día y en ese caso la comida os sladrá por unos 10 euros según la bebida.
Y no quiero terminar sin hacer una mención especial a la dueña, que no domina del todo el español pero que se anima a charlar con todos los comensales y se deshace en amabilidades todo el tiempo. Por tanto, no solo es la comida sino el trato lo que hacen de este restaurante imprescindible para todo aquel que guste de la comida de Centroeuropa. Nosotros sin duda volveremos ¡Aún nos quedan muchos platos por probar!
http://restaurantelapolonesa.es/
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